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viernes, 18 de diciembre de 2009

Los Grados de Gloria

Existen muchas teorías de lo que pasará después del Juicio Final, y la mayoría son exactamente eso, teorías. Dios siempre ha dado a conocer Sus misterios a Sus profetas y ellos se han encargado de predicar estas verdades a los hijos de Dios. Los misterios de Dios no se pueden revelar de ninguna otra forma, ni por adivinanza o por pura interpretación de las escrituras, es necesario que esa instrucción venga de los cielos. Dios llama a profetas para que ellos den Su mensaje al mundo. Y ellos han enseñado que después de nuestra resurrección seremos juzgados, y se nos asignará nuestra morada eterna. De acuerdo a nuestros hechos, conocimiento, y nuestro deseo sincero de hacer el bien.

Hay tres lugares donde podremos morar, el primero y más alto es el Reino Celestial, el segundo es el Reino Terrestre, el tercero y más bajo es el Reino Celestial. Hay otro lugar que no es un grado de gloria, y se llama "las tinieblas de afuera".

El Reino Celestial

El Reino Celestial es el grado más alto de gloria. Aquí morarán Dios el Padre, Su hijo Jesucristo y el Espíritu Santo con todos los que hayan sido obedientes a los mandamientos y ordenanzas de Dios. En este lugar las personas heredarán conocimiento, gozo, paz, y gloria por todas las eternidades. Los que sean dignos de merecer este reino tendrán que haber cumplido con ciertos requisitos. Tendrán que haber cumplido con los principios y mandamientos de Dios. Parte de esta obediencia es recibir las ordenanzas que Dios nos pide. Tales como el bautismo, recibir el don del Espíritu Santo, y también recibir las ordenanzas del templo. Hay muchas razones por las cuales habrá tanta felicidad en el Reino Celestial. Una de éstas es el privilegio de estar con nuestras familias, y con nuestros seres queridos. Para esto las personas tienen que haber sido selladas (o unidas) en un Templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona o SUD) por medio de la ordenanza del Sellamiento y el Matrimonio Celestial.

El Reino Terrestre

El Reino Terrestre es el segundo grado más alto. Estas personas son las que escucharon el Evangelio sobre la tierra pero no lo aceptaron hasta llegar al Mundo de los Espíritus. Este reino también recibirá a las personas que aceptaron el Evangelio sobre la tierra pero no lo pudieron obedecer. Este reino será un reino de felicidad, pero no se compara con el Reino Celestial. Las personas que hereden este reino no podrán gozar de vivir con sus familias, y estarán separados de ellos por toda la eternidad. Tampoco podrán vivir en la presencia de Nuestro Padre Celestial. Jesucristo podrá visitar este reino, pero no lo habitará.

El Reino Telestial

Los que heredarán el Reino Telestial son los que no aceptaron el Evangelio de Jesucristo, ni en la tierra, ni en el Mundo de los Espíritus. También incluye las personas que obraron toda clase de mal sobre la faz de la tierra, como robar, matar, mentir, adulterar, y toda clase de inmundicia. Estos tendrán que pagar por sus propios pecados. Sufrirán la angustia que trae el pecado, angustia que Jesucristo trató de pagar por ellos si aceptaban Su sacrificio. Ellos se quedarán en la Cárcel Espiritual mientras los justos se levantarán en la primera resurrección y gozarán de la presencia de Jesucristo durante el milenio. Estos no resucitaran hasta el día del juicio. Este reino será visitado por el Espíritu Santo.

Lo más importante es recordar que lo que hagamos o dejemos de hacer en esta vida tiene consecuencias eternas. Sólo tenemos una oportunidad de hacer las cosas bien, sólo una vez venimos a la tierra, y debemos comprobar nuestra lealtad al Señor. Vale la pena cualquier esfuerzo que hagamos en esta tierra para vencer el mal y acercarnos a Dios. El Reino Celestial está al alcance de toda persona sobre la faz de la tierra.

“Porque no obstante que les extenderé mi brazo de día en día, me negarán. Sin embargo, si se arrepienten y vienen a mí, seré misericordioso con ellos, porque mi brazo está extendido todo el día, dice el Señor Dios de los Ejércitos.” (2Nefi28:32)



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